Idea Vilariño

Vol. 3

Idea Vilariño 

El programa estético de Idea Vilariño es el depojo.

 



"Nada de más
de menos.
Solo lo justo
eso
lo perfecto

la noche."

 

Su poesía tiene el valor estoico de la pureza, los adjetivos escasean, las florituras no existen, todo parece fluir hacia un ideal parco de aire y limpieza. Un carcaj con poquitas flechas, cada una bien afilada.

 



Un chaleco no cumple una función obvia. Es un abrigo justo, más bien un accesorio, discreto y certero. Una prenda pequeña de estructura sencilla que va por debajo del saco, que muchas veces queda escondida, pero que cuando se ve, hace del conjunto una composición más bella. En el siglo XVII, el Rey Carlos II decidió que era una pieza necesaria para el vestir correcto de los caballeros.

 

En Mujercitas (2019), la Jo March de Saoirse Ronan suele usar chalecos de terciopelo sobre sus vestidos decimonónicos. Una nota chic y la oportunidad de usar un textil más descarado sin perder el sentido de la discreción que la define. La selección del vestuario, hecha por Jacqueline Durran (que, por cierto, es quien eligió el vestido verde para Keira Knightley en Atonement) funciona porque sus anacronismos son siempre perfectos. Los elementos de una era se superponen con detalles contemporáneos para ofrecer prendas y conjuntos que no podrían pertenecer más que a ese mundo de ficción. Parte de un lenguaje hecho a medida. El chaleco, por su parte, no cambió demasiado desde el siglo diecisiete y parece poder moverse por todas las épocas sin perder su sentido de la modernidad.

 

Un pequeño diccionario de la moda dice: “a waistcoat makes a nice change and is very convenient and nice.” Un chaleco es una prenda que casi no está, es mínimo y puro, y en ese carácter exiguo, como en los poemas de Idea, se despliegan su vitalidad y elegancia.

 

 

 


— Poesía completa, Buenos Aires, Lumen, 2022 [2008]

 

 


FOTOGRAFÍA: FOTOGRAFÍA DE OBRA
Idea Vilariño
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